Google Maps: de simple navegación a plataforma integral
Lo que comenzó como una herramienta para orientarse ha evolucionado en una de las aplicaciones más influyentes del ecosistema digital. Google Maps, utilizado a diario por millones de personas para consultar el tráfico, encontrar restaurantes o elegir rutas accesibles, ya no es solo una app de navegación. Con más de mil millones de usuarios en todo el mundo, se ha convertido en un asistente digital clave para la vida cotidiana.
Pero más allá de sus funciones visibles, Google Maps esconde una ambiciosa estrategia empresarial. Expertos del sector tecnológico señalan que Alphabet, la empresa matriz de Google, aspira a convertir Maps en una superaplicación al estilo de WeChat en China. Esto implicaría integrar servicios como reservas, entregas a domicilio, compras, alojamiento y previsiones del tiempo en una sola plataforma. Este movimiento amenaza con desplazar a múltiples competidores que ofrecen estos servicios por separado.
Dominio silencioso en millones de servicios
La omnipresencia de Google Maps no se limita a su app. Su tecnología se encuentra integrada en más de 3,5 millones de aplicaciones y páginas web, incluyendo Uber, Airbnb y plataformas de delivery. Así, incluso sin abrir la aplicación, los usuarios interactúan con sus datos de forma indirecta. Gracias a un dominio del 70% en el mercado global de navegación, Google se mantiene muy por delante de sus competidores. Alternativas como Apple Maps aún están lejos en términos de presencia e integración. Y si un posible rival amenaza ese liderazgo, Google ha demostrado que puede neutralizarlo, como hizo en 2013 al adquirir Waze.
Chrome dice adiós a Android 8 y 9
En paralelo con la expansión de su ecosistema, Google avanza en su estrategia de modernización tecnológica. El navegador Chrome, otra pieza fundamental de su imperio, dejará de ser compatible con Android 8 (Oreo) y Android 9 (Pie). La versión 138, que se lanza este martes, será la última en admitir estos sistemas operativos. A partir de agosto, Chrome 139 requerirá al menos Android 10 para poder instalarse y recibir actualizaciones.
Según los desarrolladores, aunque las versiones antiguas seguirán funcionando, ya no recibirán parches de seguridad ni nuevas funciones. Esto supone un riesgo considerable para quienes aún utilizan dispositivos con estos sistemas, ya que los teléfonos móviles son actualmente el principal medio de acceso a servicios bancarios, compras online y datos personales. La falta de actualizaciones también impedirá que muchas páginas web carguen correctamente en estos navegadores.
Vulnerabilidades y alternativas para seguir protegido
La preocupación va más allá de la simple incompatibilidad: Android 8 y 9 contienen fallos de seguridad ya conocidos y activamente explotados. Google también ha cesado el soporte de seguridad para Android 12 y 12L desde marzo, lo que afecta a modelos como el Pixel 3a o los Samsung Galaxy S10. En estos casos, la única opción segura podría ser actualizar a versiones más recientes si el fabricante lo permite, o recurrir a sistemas alternativos como LineageOS o GrapheneOS, capaces de prolongar la vida útil de los dispositivos con parches independientes.
Una estrategia clara: centralizar y controlar
La convergencia entre la transformación de Maps y la depuración de Chrome refleja una misma visión estratégica: centralizar más servicios bajo el paraguas de Google y reducir la fragmentación tecnológica. Al empujar a los usuarios hacia sistemas más modernos y al integrar más funciones en una sola aplicación, Google no solo mejora la experiencia de uso, sino que fortalece su control sobre los datos, los flujos de tráfico digital y el ecosistema de servicios online.
El futuro que dibuja Alphabet es uno en el que cada necesidad cotidiana —desde buscar una dirección hasta hacer una reserva o navegar por la web— pasa por sus propias plataformas. Y todo indica que, de momento, avanza en esa dirección sin que nadie logre detenerlo.