El cierre del año y la inercia de las compras navideñas han provocado un movimiento inesperado en el catálogo de Amazon, donde el precio del Google Pixel 10 ha experimentado una caída drástica. La plataforma ha aplicado un descuento del 30% sobre el precio original, dejando el terminal en 632,88 euros frente a los 899 euros habituales. Se trata de una maniobra comercial agresiva para un dispositivo de gama alta que busca posicionarse como la puerta de entrada ideal al ecosistema móvil de la compañía. La oferta se aplica al modelo de 128 GB en acabado índigo, totalmente libre y compatible con redes 5G. Además, la propuesta incluye las ventajas habituales para los suscriptores de Prime, como el envío rápido y el acceso a servicios de entretenimiento y almacenamiento en la nube, un paquete que intenta justificar la inversión en un momento de alto gasto para las familias.
Potencia bruta y longevidad del software
Más allá del precio, el Pixel 10 se presenta como una pieza de ingeniería diseñada para perdurar. El dispositivo monta un panel OLED Actua de 6,3 pulgadas con una tasa de refresco de 120 Hz, características que buscan ofrecer una fluidez visual superior tanto en la navegación como en el consumo multimedia. Bajo el chasis, el procesador Google Tensor G5 mueve con soltura Android 16, apoyándose fuertemente en Gemini, la inteligencia artificial integrada que promete agilizar tareas cotidianas como la gestión de correos o la organización fotográfica. En el apartado fotográfico, Google mantiene su apuesta por la versatilidad con un triple sensor trasero que incluye un teleobjetivo con zoom óptico de 5 aumentos y un digital que alcanza los 20x. Todo ello respaldado por una batería que supera las 24 horas de autonomía y una promesa de soporte de siete años de actualizaciones, garantizando que el terminal no quedará obsoleto a corto plazo.
La tecnología aplicada al ahorro en carretera
Mientras el hardware de Google reduce su precio, su software más popular ofrece una solución para mitigar otro de los grandes gastos de estas fechas: el combustible. Millones de españoles se echan a la carretera para reunirse con sus familias o disfrutar de unos días de descanso, y el coche sigue siendo el medio de transporte preferido por la libertad que otorga, a pesar de los costes asociados. En este contexto, Google Maps ha dejado de ser una simple herramienta para evitar atascos y se ha convertido en un aliado financiero gracias a una funcionalidad que muchos conductores pasan por alto. Oculta en los ajustes de la aplicación, existe una opción diseñada específicamente para reducir el consumo del vehículo, lo que puede traducirse en un ahorro considerable al llenar el depósito.
Un algoritmo que prioriza el consumo sobre el cronómetro
El funcionamiento de esta herramienta cambia la lógica tradicional de la navegación GPS. Al introducir un destino, el sistema ya no solo calcula la ruta más rápida o corta, sino que analiza variables complejas como la orografía del terreno, la constancia de la velocidad, el tráfico en tiempo real y la cantidad de paradas y arranques previstos. Si se activa la opción, identificable por el icono de una pequeña hoja verde junto a la ruta sugerida, la aplicación priorizará el itinerario más eficiente desde el punto de vista energético. Aunque esto pueda suponer un trayecto ligeramente más largo en tiempo o kilómetros, la conducción resulta más suave y estable. Según datos de la propia compañía tecnológica y reportes de medios como TF1, esta optimización puede reducir el consumo de combustible hasta un 30% en trayectos largos, una cifra que, sumada al ahorro en la compra del dispositivo móvil, convierte a la tecnología en un factor clave para proteger la economía doméstica estas vacaciones.