Revolución en WhatsApp: llega la gestión multicuentas al iPhone y técnicas avanzadas para el anonimato

Revolución en WhatsApp: llega la gestión multicuentas al iPhone y técnicas avanzadas para el anonimato

La evolución del ecosistema de Meta continúa imparable. La convergencia de servicios que comenzó hace años, acercando las funcionalidades de WhatsApp a las de sus redes hermanas como Facebook e Instagram, sigue redefiniendo cómo interactuamos con la aplicación de mensajería líder en el mercado. Mientras que el horizonte tecnológico promete facilitar la vida a los usuarios de Apple con nuevas funciones de gestión de perfiles, existen trucos actuales, tanto en el software como en los archivos internos del sistema, que permiten a los más curiosos navegar por los “Estados” ajenos sin dejar rastro digital alguno.

El fin de las barreras en iOS

Una de las demandas históricas de los usuarios de iPhone parece estar a punto de resolverse. Según ha revelado el portal especializado WABetaInfo, la última versión de prueba en TestFlight introduce finalmente el soporte nativo para múltiples cuentas en un mismo dispositivo. Hasta la fecha, quienes necesitaban gestionar dos números —uno personal y otro laboral, por ejemplo— se veían obligados a recurrir a soluciones poco elegantes, como utilizar la aplicación WhatsApp Business para la segunda línea.

Los primeros informes de los probadores beta indican que la configuración es sencilla e intuitiva. Aparecerá una nueva sección denominada “Lista de cuentas” dentro del menú de configuración, o bien un botón dedicado junto al código QR. Esto permitirá añadir un perfil secundario directamente desde la app principal sin necesidad de terminales adicionales. El sistema está diseñado para ser flexible: se podrá vincular un número completamente nuevo o uno ya existente en otro teléfono mediante el escaneo de QR, sincronizando automáticamente mensajes y ajustes.

Es importante destacar que esta independencia entre cuentas será total. Cada perfil mantendrá sus propias preferencias, historial de chats, copias de seguridad y, fundamentalmente, tonos de notificación diferenciados. De hecho, para evitar confusiones, el sistema indicará explícitamente a qué cuenta pertenece cada aviso entrante. Aunque no hay una fecha oficial de lanzamiento, el estado avanzado de las pruebas sugiere que el despliegue global es inminente, coincidiendo con los planes de la compañía de implementar nombres de usuario en lugar de depender exclusivamente de números telefónicos.

Privacidad y curiosidad: el dilema de los Estados

Mientras estas novedades técnicas aterrizan, la gestión de la privacidad sigue siendo una prioridad para muchos. Desde que en 2016 llegaron los “Estados” —esa función efímera heredada de las Historias de Instagram—, los usuarios se han dividido entre quienes publican su vida diaria y quienes prefieren observar desde la sombra. Por defecto, la aplicación delata a quien visualiza el contenido, pero existen métodos efectivos para burlar esta vigilancia.

La táctica más conocida, aunque requiere disciplina, está ligada a las famosas confirmaciones de lectura (el doble tick azul). Accediendo a ‘Ajustes’, luego a ‘Cuenta’ y finalmente a ‘Privacidad’, es posible desactivar estas confirmaciones. Al hacerlo, el usuario se vuelve invisible: nadie sabrá cuándo ha leído un mensaje ni cuándo ha visualizado un estado. No obstante, la moneda tiene dos caras, ya que al activar esta función, uno también pierde la capacidad de saber quién ve su propio contenido.

Existe un error común que suele delatar a los impacientes: la reactivación prematura. Si un usuario desactiva la confirmación de lectura, ve un estado y vuelve a activarla inmediatamente, WhatsApp enviará las notificaciones pendientes de “visto”. El truco para mantener el anonimato total reside en la paciencia; es necesario esperar 24 horas hasta que el estado del contacto desaparezca antes de restablecer la configuración de privacidad.

La ruta alternativa para usuarios de Android

Para aquellos que disponen de un terminal Android y prefieren no alterar su configuración de privacidad, existe una vía más técnica que bucea en las entrañas del teléfono. Este método se basa en el uso del ‘Explorador de Archivos’ o la carpeta ‘Mis Archivos’, herramientas preinstaladas en la mayoría de dispositivos, aunque también se pueden descargar gestores externos desde la Google Play Store.

La clave está en localizar la carpeta raíz de WhatsApp dentro del almacenamiento interno. Generalmente, se debe navegar hasta la carpeta ‘Media’, donde se almacenan imágenes, notas de voz y documentos. A simple vista, la carpeta que buscamos no aparece, ya que el sistema la mantiene oculta para evitar borrados accidentales. Para revelarla, es necesario acceder a los ajustes del explorador y activar la opción “Mostrar archivos ocultos”.

Una vez hecho esto, aparecerá una nueva carpeta denominada .Statuses. Al entrar en ella, el usuario se encontrará con todo el contenido multimedia (fotos y vídeos) que sus contactos hayan subido a sus estados, descargados automáticamente por la aplicación. La ventaja es absoluta: se pueden ver sin abrir WhatsApp y sin generar ninguna notificación. Sin embargo, este sistema tiene sus limitaciones: no permite leer estados que sean solo texto y los archivos aparecen desordenados y sin nombre, por lo que averiguar a qué contacto pertenece cada imagen se convierte en un pequeño ejercicio de deducción.